Crítica de ENTRE DOS FUEGOS (1996)

(Buenísima)

Una cosa es mirar una película de acción y otra cosa, bien distinta, es mirar una película de acción con Bruce Willis.

La particularidad que tiene el actor de llevar adelante las escenas de acción, que elcritico.com.ar señalara en el transcurso de la presente reseña, lo hacen único en un genero tan competitivo como es el de la acción.

En esta película interpreta a John Smith, un pistolero a sueldo que llega a un pueblo desconocido, de nombre Jericho, que es manejado por dos bandas mafiosas que se dedican al contrabando de alcohol. Como no hay orden, ni ley, el protagonista arriesgará su vida al tratar de prestar sus servicios a los dos grupos quedando como su titulo lo indica, “Entre dos Fuegos”.-

La película, cuyo titulo original es “The Last Man Standing” o el “El último hombre de pie”, conocida en Latinoamérica como “Entre Dos Fuegos”, tiene dos pilares fundamentales, complementándose uno con el otro, que hacen que las secuencias de acción luzcan espectaculares, crudas y originales a la vista del espectador. Estamos hablando de Walter Hill y Bruce Willis.

DIRECTOR A LA ALTURA DE SU PROTAGONISTA

Walter Hill es un director de cintas exitosas a lo largo de su extensa carrera detrás de cámara. Títulos como 48 horas (1982) e Infierno Rojo (1988) engrandecen su currículum como cineasta. Tiene la peculiaridad de filmar sus escenas a la vieja usanza, al natural, sin ayuda de efectos visuales por computadora logrando un resultado mucho mas realista y honesto al mostrar lo que realmente se ve en pantalla. No hay nada artificial en su labor como realizador.

Se expone como ejemplo una fantástica escena de la película, sin caer en spoiler, en donde Smith (Willis) entra a un salón -luego de haber sufrido la rotura del parabrisas, cubierta y farol de su auto- a reclamar una cuenta pendiente, con un integrante de la banda de Doyle. En este momento y luego de un breve dialogo, intercambian miradas al mejor estilo del viejo oeste, produciéndose un duelo gangsteril en donde el personaje de Willis desenfunda primero sus dos armas, despegando una ráfaga incesante de tiros, haciendo que el cuerpo del hombre de Doyle salga despedido por el aire y caiga a la calle. Esta escena, si bien luce exagerada no hace mas que lograr un impacto visual en la audiencia, que no se lo espera, sin perder su realismo. Una muestra del talento del realizador sin dudas.

BRUCE WILLIS, UNICO EN SU ESPECIE

Pero si bien el director es fundamental en la dirección/edición de una película no deja de ser menos la labor desempeñada de su actor principal y es aquí donde Bruce Willis es una pieza clave en cuanto a interpretación se refiere.

No estamos hablando de su calidad actoral, que sin dudas las tiene, sino de sus gestos. Su ceño fruncido , su mirada y la forma en que desenfunda su arma y empieza a tirar tiros no lo tiene ningún actor. Es como que acompañara las balas con su cara haciendo que el espectador mire la humanidad entera de este actor, independientemente de la vestimenta y arma que empuñe.

Por este talento y por las películas que tiene en su haber se ha ganado el derecho de sentarse en la misma mesa con otras grandes del cine de acción, como lo son Stallone Y Schwarzenegger.

La película tiene la participación de Christopher Walken y de David Patrick Kelly ( el actor que es sostenido por el brazo débil de Schwarzengger en Commando, antes de tirarlo) personificando al jefe de la banda irlandesa de nombre Mr. Doyle.

La banda sonora es otro punto a destacar, sonando fuerte el sonido que produce las cuerdas de la guitarra cada vez que el protagonista está por entrar en acción.

Aplausos para esta película, que si bien es una remake de una remake ( siendo la original Yojimbo, de Akira Kurosawa), supo combinar el western con una historia de gángsters, con un Bruce Willis en su máxima expresión.

[usrlist “Puntuación:4”]

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