Crítica de UNDERCOVER: Operación Éxtasis (2019-2020)

(Buenísima)

La plataforma de servicio de streaming NETFLIX produce su primera serie belga/holandesa, basada en una historia real.

Cada vez que nos disponemos a mirar un catálogo de series disponibles nos preguntamos si realmente vale la pena porque, a diferencia de un largometraje, la trama, en principio, está más elaborada. Esto quiere decir que se necesitan al menos tres capítulos para introducirnos en la historia, que juegan como un plazo de gracia para continuar con su visualización. Dicho esto, Undercover no lo necesita porque su relato logra captar el interés de inmediato gracias al magnifico trabajo de su plantilla actoral.

Ahora bien, ¿Cuál es la esencia de su trama? . La serie consta de dos temporadas, de 10 capítulos cada una, y se basa en la investigación policial en el tráfico de drogas y de armas ilegales. La policía belga/holandesa realiza un trabajo en conjunto para dar con la captura de Ferry Bouman, un capo de la droga que fabrica y trafica pastillas de éxtasis. Para ello necesitan infiltrarse en un camping belga para recabar información sobre los movimientos del grupo criminal.

Aquí entra en juego el titulo de la serie. Dos agentes encubiertos se hacen pasar por una pareja y alquilan una cabaña cerca de la Ferry. La misión es tratar de generar confianza para poder ingresar al selecto grupo de delincuentes y atraparlos en el momento de ejecutar la operación ilegal. En este aspecto es donde la serie se hace fuerte a medida que avanza los capítulos. Que su titulo genérico no desoriente. Undercover hace hincapié en las tareas de infiltración, esto es buscar el punto débil para generar una situación de confianza ventajosa, con lo que no esperen grandes secuencias de acción, persecución o de combate porque no es el fin por el cual fue creada. No lo necesita.

Undercover, cuya traducción sería Encubierto, relata las vivencias que tienen que padecer los agentes encubiertos para llevar adelante su misión, dejando de lado su vida privada. No es el fin de elcritico.com.ar generar spoilers porque cada capítulo retroalimenta al siguiente, con lo que solo se adelantará la labor de la pareja protagónica como de sus villanos.

Bob (Tom Waes) y Kim (Anna Drijver) son dos agentes con vidas diferentes. El es un padre de familia y es asignado al nuevo caso, luego de una exitosa misión encubierta. El estilo interpretativo que imprime el actor belga es realmente notable porque logra resaltar su personaje de una forma realista sin caer en sobreactuación. ¿Cómo lo hace? Utiliza su capacidad actoral en el momento oportuno y cuando la narrativa se lo permite, con lo que sus medidas expresiones faciales y sus silencios están desarrollados con buen timing.

Esta cualidad interpretativa le permite transitar los 20 capítulos de la serie con total facilidad porque su personaje no cansa. Al contario, va evolucionando a medida que se encuentra con dificultades de la trama. Sin dudas un actor con buena presencia escénica, que maneja varios idiomas, y que se desenvuelve como si fuese una especie de Jean Paul Belmondo moderno.

En cuanto a su compañera de elenco, la actriz y modelo holandesa (Anna Drijver) desarrolla un digno papel al ser la figura de contrapeso dentro de la pareja encubierta. Representa a una mujer soltera con hábitos policiales estratégicos diferentes al de su partenaire. Ambos necesitan acercarse a Ferry lo más rápido posible y ella será clave al empezar un vínculo afectivo con la mujer del traficante.

Y llegamos a unos de los villanos por el cual se basa la historia. Ferry Bouman, interpretado por Frank Lammers. Nobleza obliga es lo primero que elcritico.com.ar tiene para decir. ¿Por qué esta expresión? Porque el actor holandés interpretó al mismo personaje en Ferry (2021), film posterior a la serie y donde luce más joven para narrar los comienzos de su imperio. La impresión no fue positiva pero si lo es en Undercover.

Lammers desarrolla su personaje de forma magistral. Es el alma de la serie y su presencia es significativa cada vez que aparece en pantalla. Si bien compone a un narcotraficante violento y desconfiado logra ese aura que muy pocas actores logran exteriorizar. Sabemos que es el “malo” y que en algún momento recibirá su cometido, pero al mismo tiempo nos resulta atractivo visualmente generando una empatía pocas veces vistas en otro personajes.

Caracortada (1983) o Fuego Contra Fuego (1995) pueden resultar de ejemplos en donde los maleantes nos pueden resultar atractivos. Que no se malinterprete, se hace referencia a la cualidad interpretativa, Aquella que despierta un interés en el observador por la composición del personaje, no así por su comportamiento ilícito.

Lammers está en esa línea. Lo que alguna vez supieron exhibir actores como Al Pacino y Robert De Niro, lo hace el actor holandés brindando una excelente interpretación. Sin dudas Ferry Bouman le dará la fama mundial que no necesita en su país de origen.

Ahora Ferry no está solo, es el líder de una banda de narcotraficantes. En este aspecto el grupo luce vulnerable, salvo su cuñado que se encarga de los contactos y de los negocios representando al hombre de confianza. Pero la parte dramática/ emocional se la lleva la actriz holandesa Elise Schaap, representando a la esposa de Ferry. Su interpretación de mujer “inocente” será la clave para que los agentes puedan infiltrarse en la vida del matrimonio . La serie le tiene reservada varios capítulos en donde se evidencia una clara transformación emocional de la protagonista.

Sin ánimo de revelar spoilers la segunda Temporada introduce a dos villanos, los hermanos Bergers. Ambos lucen convincentes y mantienen el interés ganado de la primera parte. Se diferencian de Ferry en su comportamiento y en su actividad. Los hermanos, Jean-Pierre y Laurent, son mas cerebrales y fríos, con lo que inducirá a utilizar nuevas tácticas de infiltración. El transporte ilegal de armas es una empresa familiar donde la corrupción parece estar disimulada por un rancho de caballos que representan la tradición estadounidense. Vale la pena señalar la correcta interpretación de todos los actores/actrices secundarios que forman parte de un engranaje en la que se mueve la máquina visual Undercover. Es justamente ese equilibrio adecuado entre los interpretes que logra que la serie sea totalmente adictiva.

Undercover se sumerge en una historia basada en hecho reales pero lo aborda desde el punto del vista de los agentes encubiertos. De aquellas personas que dejan su vida para representar a otra a costa de un procedimiento legal. En este aspecto la serie se permite autocuestionarse. ¿Hasta que punto se pueden respetar las normas legales y morales para atrapar a un delincuente? En ese camino de duda transita Undercover donde el riesgo y la supervivencia se balancean.

PUNTOS POSITIVOS

  • Las interpretaciones. Son de primer nivel. Frank Lammers (Ferry) y Tom Waes (Bob) ofrecen labores destacadas.
  • Muy buenos actores secundarios.
  • La premisa como su secuencia narrativa están bien ejecutadas. Los capítulos atrapan y son netamente adictivos.
  • Esta inspirada en un hecho real.

PUNTOS NEGATIVOS

  • La temporada 2 tiene pocos minutos de Ferry.
  • Algunos conceptos morales que intenta resaltar el Jefe de Bob. Lucen desatinados teniendo en cuenta el esfuerzo y el sacrificio personal del protagonista y de la operación.

RESUMEN

Undercover es una recomendable serie de crimen donde las tareas de infiltración tienen una destaca puesta en escena. Su atractiva premisa solventemente ejecutada y su adecuado equilibrio interpretativo la hacen un producto policial adictivo.

[usrlist “Puntuación:4.0”]

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