Con recursos técnicos limitados, Plane es un digno entretenimiento del cine de clase B. La figura y actuación de Gerard Butler hace que aquello sea posible.
Con una clara intensión de exponer lo que alguna vez fue el glorioso cine de los ochenta , la película protagonizada por el escoces Gerard Butler tiene mucho para ofrecer en cuestiones de entretenimiento. La dirección a cargo del francés Jean Francis Richet combina rasgos de aquella época con una narración dinámica y por momentos violenta. Su limitado presupuesto en rubros técnicos no es óbice para la representación del héroe valiente y con nervios de acero, algo que Gerad Butler sabe representar a la perfección maquillando diálogos, situaciones y personajes un tanto caricaturescas. Plane, no pretende ser real ni genuina sino que se inspira en la autenticidad de los héroes de antaño logrando un puro y digno entretenimiento.
La historia sigue al valiente y decidido piloto Brodie Torrance (Gerard Butler), quién se ve obligado aterrizar su avión comercial por problemas mecánicos a causa de una gran tormenta eléctrica. Navegando a ciegas y con poco combustible logra aterrizar en una isla remota de filipinas ocupada por mercenarios y secuestradores. Mientras busca comunicación exterior con la ayuda de un prisionero en vuelo (Mike Colter), miembros de la tripulación y pasajeros sobrevivientes son tomados como rehenes. Ahora, deberá rescatarlos sin antes atravesar una jungla y amenaza desconocida.
La película puede dividir opiniones sobre la profundidad en la que se retratan los personajes. En líneas generales la trama tiene mucho para ofrecer con un capitán de una aeronave viudo y una hija que lo espera para pasar la víspera de año nuevo. Pero la dirección no tiene intención de perturbar al observador con la ambientación de sus dos escenarios. Las vivencias dentro del avión como en la isla acechada por secuestradores locales inclinan la balanza hacia la emoción de lo que genera las típicas películas de acción de los ochenta. Y si bien algunas son violentas están estructuradas para engrandecer el camino del héroe. Es en este punto donde la película se hace fuerte en términos de entretenimiento a pesar de contar con un evidente presupuesto limitado el cual pasa algo desapercibido por la siempre efectiva presencia de Gerard Butler.
El actor escoces hace todo lo posible para mantener siempre a flote la narrativa con una caracterización satisfactoria, muy acorde con los héroes de antaño. El capitán Brodie es un hombre normal que intenta hacer lo correcto con pocos recursos disponibles. El guion le ofrece la misma dirección con lo cual la interacción entre los personajes no es tan profunda como debería. No obstante ello, la dirección se encarga de mantener a la audiencia comprometida de principio a fin y eso es un acierto teniendo en cuenta el genero que representa.
Plane, tiene una misión con el observador que no es otra cosa que entretener, por más que en ocasiones lo que se exhibe no tenga mucho sentido. Algunas deficiencias de ritmo entre algunas escenas se compensa con la adrenalina bien ganada que generan las situaciones de peligro. El thriller de acción es una vuelta al pasado, donde los héroes salían fortalecidos por su compromiso con la valentía y preocupación por los demás. Aquí, Butler parece replicarlo con una actuación enérgica medida compensando cualquier defecto técnico visual, como es el caso del avión que atraviesa una tormenta eléctrica. En otro orden de cosas, hay mucho en juego a lo largo de la historia y la recompensa es bien ganada.