“Durante la Segunda Guerra Mundial, algunos médicos alemanes realizaron experimentos dolorosos, y a menudo mortales, en miles de prisioneros de los campos de concentración sin su consentimiento. Los experimentos se centraron en tres temas: la sobrevivencia del personal militar, las pruebas de fármacos y tratamientos y el avance de las metas raciales e idiologias de los nazis”. Tomado de United States Holocaust Memorial Museum.
El Fragmento arriba descripto sirve para ubicar en tiempo y espacio parte del argumento en el que se desarrolla la película Overlord. Si bien se trata de una ficción con evidente dosis de entretenimiento su cimiento narrativo está inspirado en las terribles atrocidades que se han cometido durante el régimen del Tercer Reich.
Dicho esto la película comienza con un ritmo arrollador. Inmediatamente nos sitúa en la antesala del día “D” donde un grupo de paracaidistas estadounidenses tienen la misión de destruir una antena de comunicación de una base alemana que obstaculiza el contacto con el apoyo aéreo aliado. Para cumplir el objetivo deberán introducirse en una pequeña población francesa.
Overlord nos va llevando por distintas escenas que funcionan como un termostato que va regulando nuestra adrenalina. Esta particularidad es un acierto del director Julius Avery que transita diferentes géneros cinematográficos con mucho oficio y con resultados más que satisfactorios.
Primero nos introduce en el genero bélico. La espectacular escena área donde los aviones son sometidos por el fuego alemán no hace más que teletransportarnos a la segunda guerra mundial. En el interior del avión Douglas C-47 Skytrain se percibe la incertidumbre reinante de los protagonistas previo a su salto. La escena adelanta el momento de tensión que ira in crescendo a medida que avanza la historia. Su apartado visual y sonoro lucen convincentes.
Ya en terreno enemigo los paracaidistas se infiltran en un pueblo francés donde tienen que llevar adelante su misión y en donde descubrirán algo siniestro. En este segundo acto el cineasta abre camino al suspenso.
La infiltración del equipo. El animo de no ser detectado y el descubrimiento de un laboratorio tenebroso es llevado con total interés. El cineasta se toma su tiempo en el desarrollo de la trama, vital para el conocimiento de los personajes. En esta etapa presenta al tirano capitán alemán de la S.S. que controla al pueblo y que tendrá un ida y vuelta con los soldados americanos.
En el tercer acto se hace presente el terror. El descubrimiento de un laboratorio nazi donde experimentan con personas vivas o muertas es aterrador. Aquí la adrenalina esta en su punto máximo y es donde mejor se desenvuelve el cineasta.
El sentido de lo desconocido y de no poder escapar esta muy bien logrado. La ambientación del laboratorio con diferentes tipos de experimentos es escalofriante.
En su interior se encuentra el doctor Schmidt que experimenta una sustancia inyectable que potencia la capacidad humana. Su similitud es muy parecida a la serie del legendario videojuego Wolfenstein donde los nazis son retratados con una crueldad desmedida.
El cineasta se permite idear este concepto por lo que representó el partido nazi. Su representación del mal fue tan evidente que es inevitable dar rienda suelta a la imaginación narrativa.
El maquillaje y los efectos de los muertos vivientes nazis es otro punto a favor. Su logrado entorno, su justa iluminación y sus altas dosis de sangre hacen una ambiente propicio para este tipo de propuestas.
Pero se advierte: No son los típicos zombies. Son productos de un experimento para crear super soldados que pudieran llevar Alemania a ganar la guerra.
Overland no es una película de zombies. Para los que buscan este tipo de propuestas se sentirán defraudados porque escasean y no constituyen el propósito por el cual el film fue realizado. Por otro lado tampoco es una película bélica propiamente dicha. Tiene su esencia pero no lo es.
¿Qué es entonces?. Es un hibrido. Parte de una acontecimiento bélico real para desarrollar un guiòn narrativo con hechos imaginarios de lo que representa el partido nazi.
La interpretación de todo el elenco es correcta. Tanto de los aliados como del bando nazi. Pero la visión cautivadora de Julius Avery es lo que impulsa la película a un nivel de por si destacable.
PUNTOS POSITIVOS
Su inicio. El apartado técnico y visual. Las escenas de disparos con ametralladoras están muy bien logradas. Nada que envidiar a películas bélicas de primer nivel.
El maquillaje de los zombies y la sorpresa que genera su visualización.
PUNTOS NEGATIVOS
No logrará conformar al espectador afín con el genero bélico. Tampoco a los que busquen la interminable presencia de los no muertos (zombies).
RESUMEN
Overlord reúne y entrelaza tres géneros cinematográficos. Es violenta, sangrienta y aterradora. Su resultado en el terreno visual y técnico no es más que satisfactorio.
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