El cine de Indonesia muestra su mejor forma con La Fotocopiadora, un thriller de misterio en donde la duda se desvanece con la búsqueda de la verdad.
Buscar la verdad con el convencimiento de que se ha sufrido un obrar ilícito es lo que moviliza a cada víctima en cualquier plano sociopolítico. En el caso, la firme voluntad de rastrear un presunto hecho delictivo configura el centro del drama de misterio indonesio, en el cual una joven universitaria hará todo lo posible para descubrir como aparecieron unas fotos suyas en las redes sociales en una fiesta donde no recuerda absolutamente nada.
La trama se abre con Sur (Shenina Syawalita Cinnamon), una tímida estudiante de computación que está próxima a recibir una beca universitaria. Integrante de una familia de clase media de Indonesia, Sur, forma parte de un grupo de teatro llamado “Mata Suri”. El éxito del equipo lo lleva a competir en Kioto y Sur se siente parte del proyecto porque ella es la encargada de organizar el sitio web de la compañía.
Para festejar el premio, se organiza una fiesta en la casa de uno de los cerebros de la compañía de teatro. Sur, tiene el permiso de su padre pero le hace una advertencia: debe alejarse de la ingesta de alcohol y retornar a su domicilio antes de las 08:00 de la noche. En su agenda, al día siguiente, la espera la comisión repartidora de becas, la cual debe asistir si quiere que la Universidad le solvente los gastos de la matricula. Pero la fiesta se vuelve su perdición. Sur es fotografiada alcohólica, se registra su condición en línea y pierde su beca. Sin embargo, no recuerda lo sucedido aquella noche y comienza a investigar una posible conducta inapropiada de los miembros del grupo de teatro. Decidida y con la ayuda de su amigo de la infancia, tratará de averiguar qué es lo que pasó aquella noche.
El film tiene algo que es imposible de no valorarlo y esto es que capta la atención de inmediato. La trama inicial plantea el misterio con un instinto básico narrativo que resulta ser autosuficiente, gracias a la impecable labor de su protagonista y al manto de sospecha emergente de cada miembro del grupo. Ambos dan forma al clima de tensión de un film que demuestra el poder en las distintas clases sociales de una Indonesia en que la justicia es difícil de alcanzar.
Ahora bien, Sur es acusada de deshonrar a la facultad. La comisión revoca su beca a dar cuenta que las fotos subidas en las redes, en estado de ebriedad, la exime de asistencia financiera por ser un acto inmoral. También la esperará su padre, quien ejerce tolerancia cero y la echa de su domicilio. Tales actos y sanciones muestran la cultura de un país que no parece pregonar ningún derecho de defensa. La película exhibe el rigorismo patriarcal y religioso del país asiático con un mensaje claro y perturbador, que no es otro que avergonzar a las victimas.
Pero no todo es satisfactorio, La Fotocopiadora tiene un gran problema en el ritmo de su narración. Por momentos, se hace demasiado extensa en la búsqueda de la verdad y puede generar agotamiento. Ello se debe a que su narrativa exhibe comportamientos sociopolíticos con destacada elocuencia, dentro de una investigación tecnológica. Si bien ambos se unen satisfactoriamente, una menor exposición en su plazo de ejecución hubiese sido más adecuado.
PUNTOS POSITIVOS
- Es atractiva y capta la atención. Si bien es una película independiente, con todo lo que ello implica, es un buen thriller de misterio que desvela las desigualdades de una sociedad conservadora.
- Estelar actuación de su protagonista. Se empatizará con Sur hasta su tramo final.
- Su mensaje sociopolítico es elocuente.
PUNTOS NEGATIVOS
- Su tiempo de ejecución es algo extenso. Sus casi dos hora de metraje pueden llegar ocasionar agotamiento, por su lento ritmo narrativo.
- Por lo dicho, no es una película para después de la medianoche.
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